DE LA SERNA PICHARDO ALVARO JESUS
CTA. 310009968
GENERACIÓN: PIOJOS 7° SEMESTRE
Museo Nacional de las Culturas (Cerámica Japonesa)
El día 20 de agosto asistí a dicha exposición como parte de una tarea de visita de la materia de Seminario de cerámica con el profesor Alberto Díaz de Cossío.
Muy cerca del museo del Templo mayor se encuentra este museo. Nunca lo había visitado, muy distinto a los anteriores, ya que es una construcción con arquitectura muy típica de la época posterior a la Conquista.
Creí que sólo vería una exposición de cerámica japonesa, sin embargo, me encontré con la grata sorpresa que era cerámica china y coreana.
Empecé por la cerámica china. Como había mencionado antes, las piezas chinas se identifican comúnmente por ser jarrones con demasiada calidad en sus ornamentos. Detalles en color azul añil, representan a la sociedad y su vida. En ésta exposición pude observar piezas con todavía más colores, como colores oro, rojizos y hasta rosas.
Mi pieza favorita fue un jarrón de la Dinastía Ming, ¿quién nunca ha escuchado dicha Dinastía?
Posteriormente visité, la sala de cerámica japonesa y vaya que me lleve una sorpresa. Es increíblemente distinta, ya que cuando dicen que la cultura japonesa es minimalista, lo dicen en serio. Piezas que cumplen con su función y listo, sin embargo, no quiere decir que por ser sencillas no sean bellas. Me agradaron por su belleza tan perfecta, y tan sencilla. Los japoneses hasta la fecha son especialistas en hacer todo con menos, ahora se me viene la mente otra frase “Less is more”.
Sólo hubo una pieza con motivos florales de colores vivos, que representaba la vida de las mujeres de compañía (geishas) . Me queda claro que la población siempre se sintió orgullosa de su cultura. Dentro de la sala de exposición pude observar otras piezas, aunque no de cerámica, y que siempre he admirado por la calidad con la que están fabricadas. Hablo de las espadas Katana y sus diferentes variantes como el Wakisashi, forjadas por artesanos y herreros milenarios con una calidad y dedicación que hoy en día se ha mantenido por generaciones.
En otra sala pude observar piezas de cerámica coreana. Me causó curiosidad el ver los colores de los esmaltes. Generalmente, jarrones y platones todavía más grandes que los vistos en la cultura japonesa y china, en colores verde pistache, rojos y con detalles en color oro.
Curiosamente encontré un punto de comparación entre los 3, mientras que en China las piezas cerámicas eran más “rebuscadas”, las japonesas eran de suma sencillez, y las coreanas eran un punto medio entre ambas. Es una exposición digna de ver y admirar el trabajo de artesanos en esos siglos.